Ordinariamente, se cree que el 25 de diciembre, celebrado como la Navidad, concluye el festival espiritual de la estación solsticial del medio invierno.
No es cierto. Sólo marca el comienzo o entrada en un período de profunda significación.
Este período es el intervalo de doce días entre la Navidad y la Duodécima Noche, días que abarcan el corazón espiritual del año siguiente. Estos doce días han sido denominados, muy acertadamente, «el Santo de los Santos del año».