POESÍA

Anuncio colocado en el comercio Oppenheim, Collins & Cia.

No cuesta nada, pero crea mucho.

Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan.

Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.

Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella,

y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios.

Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios

y es la contraseña de los amigos.

Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados,

sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde

beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

Y si en la extraordinaria afluencia de último momento de las compras de Navidad

alguno de nuestros vendedores está demasiado cansado para darle una sonrisa,

¿podemos pedirle que nos deje usted una sonrisa suya?

Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquél

a quien no le queda ninguna que dar.

De modo que si usted quiere gustar a los demás, la Regla Nº 2 es:

Sonría.