Meditación para el 3 de enero.

 

SAGITARIO

 

         El 3 de enero y el mes solar de diciembre (desde el 23 de noviembre hasta el 22 de diciembre) están dedicados a la Jerarquía de Sagitario. El modelo proyectado por estos gloriosos seres es el de la Tierra convertida en un inmenso altar radiante, con el aura dorada de la Suprema Luz del Mundo.

         El discípulo Felipe está correlacionado con Sagitario. Antes de encontrar al Señor, no tenía idea de lo que pudiera significar en su vida una mente espiritualizada o crística. Era esencialmente mental. Pero, luego de que la luz de Cristo se derramase en él, se hizo digno de contarse entre los Doce Inmortales.

         Sagitario opera a través del plexo sacro, el centro corporal situado en la base de la espina dorsal. La médula espinal, que conecta el plexo sacro con el cerebro, ha sido denominada "el Sendero del Discipulado". Cuando un aspirante lleva una vida inspirada exclusivamente por una santa y pura aspiración, el fuego espinal espiritual, enrollado dentro del plexo sacro, se despierta y asciende por la médula espinal hasta los dos órganos espirituales situados en la cabeza: La glándula pineal y el cuerpo pituitario. Es así como una mente humana se hace crística. De ahí que Sagitario se simbolice siempre por luz, la luz de la mente espiritualizada.

         Cuando las experiencias de la vida diaria han sido correctamente asimiladas y transmutadas en valores anímicos, se convierten en escalones por los cuales el aspirante alcanza la armonía con la Luz Divina Universal, la luz que ilumina a cada hombre que viene al mundo. Era a esto a lo que el Maestro se refería cuando dijo:

 

         "Vosotros sois la luz del mundo". (Mateo 5:14).

 

         Éste es el pensamiento bíblico simiente para el 3 de enero y para el tiempo durante el que la Jerarquía de Sagitario derrama sus ritmos vibratorios sobre la Tierra. Bendiciones indecibles esperan a quienes mediten sobre su promesa.