OBSEQUIO DE DON ANTONIO PACIELLO

11 DE OCTUBRE DE 1960

Quien la palabra del Maestro anhele,

De sus mandatos, póngase en escucha;

Entre el fragor de la terrena lucha

Y la muy escondida luz, atento cele.

——

Sobre el inquieto y mundanal gentío;

Del Maestro atisbe la señal más leve;

Y oiga el susurro, que su voz eleve

Del mundo, entre el rugiente griterío.