VIVID UNA VIDA DE COMPLETA DEVOCION AL SERVICIO. LLENAD VUESTRO CORAZÓN CON FERVOR Y ENTUSIASMO PARA SER­VIR.

RECORDAD A DIOS TODODEROSO EN TODO MOMENTO.

AFERRAOS A VUESTROS IDEALES, CONVICCIONES y PRINCIPOS CON TENACIDAD, AUN CUANDO TODO EL MUNOO SE OPONGA A TI. MANTENED CON FIRMEZA. VUESTROS PRINCIPIOS DE CONDUCTA RECTA Y VIDA HONESTA.
SEGUID, EN FIN, LAS INSTRUCCIONES DE VUESTRO INTERIOR.

ALCANZAREIS LO SUPREMO.

Joyas Espirituales N° 294 01/1987